El agua en los libros
textos con el agua como protagonista
textos con el agua como protagonista
San Francisco de Asís, patrono de la ecología.
Fue en el verano de 1226 que San Francisco de Asís escribió este famoso poema, donde exclama su amor a la naturaleza, incluida por supuesto el agua.
"Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición...
...Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das sustento.
Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche,
y él es bello y alegre y robusto y fuerte.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba..."
Imaginemos el mundo del 1200... ¿cómo habrá sido obtener el vital recurso para los hombres de esos tiempos?
Se estima que Vitruvio escribió esta obra magna entre los años 27 a. C. y 23 a. C. En específico, en el Libro Octavo trató temas como: Del modo de hallar el agua, Del agua llovediza, De las propiedades de algunas fuentes, De las propiedades de algunas otras fuentes, De las pruebas del agua, De las nivelaciones de las aguas y De la conducción de las aguas.
Proemio (Prólogo)
"ThaIes Milesio, uno de los siete sabios, dixo que d agua es el principio de todas las cosas., Heráclito dixo que el, fuego. Los sacerdotes Magos, que el agua y ,fuego. El Fil6sofo Eurípides, discipulo de Anaxagoras, á quien los Acenienses llamaron scénico ,dixo que el ayre y la tierra; la qual fecundada con las lluvias, produxo el género humano, y las especies de animales que la habitan: que quando los nacidos de la tierra con el tiempo se disuelven, vuelven á ser tierra: y que los que nacen del ayre vuelvená su esfera, sin padecer destruccion, sí solo mudada forma, quedan lo que antes eran. Pero Pitágoras, Empedocles, Epicarmo, y otros Físicos y Fil6sofos establecieron quatro principios, que son ayre, fuego, . agua, y tierra; y que su mixtion, con natural artificio de especies, compone sus calidades .
...Por tanto, pues, la providencia divina no hizo caras ni difíciles las cosas necesarias al hombre, como hizo con las margaritas, oro, plata, y otras cosas de que no necesita el cuerpo ni la naturaleza; antes derramó con abundancia en todas partes aquellas sin las quales no puede vivir el hombre. Así que si acaso faltase al cuerpo parte de la respiración, la suple el ayre destinado para ello. El sol y el fuego, criados para el fomento
natural, hacen mas segura la vida. Los frutos de la tierra, prestando sus opimas abundancias, alimentan y nutren los animales con un pasto continuo, sin necesitar de otros inútiles manjares l. Y en fin el agua, I no solo es nuestra bebida, sino que nos ofrece otras mil utilidades con sus usos, siempre agradables por gratuita. Por esto los Sacerdotes Egipcios demuestran que todas las cosas provienen del agua; pues quando cubren la tinaja que religiosamente llevan al Templo, postrados en tierra, y elevadas al cielo las manos, dan gracias á la bondad divina por este hallazgo.
Siendo, pues, sentencia de Físicos, de Fil6sofos, y de Sacerdotes, que todas las cosas se componen del agua, juzgué que habiendo dado en los siete Libros antecedentes las reglas para los edificios convenia dar en este las de hallar el agua, sus calidades buenas 6 malas segun las de los países, el modo de conducida, y finalmente el de conocer su bondad: siendo como es tan necesaria para la vida, usos y recreos".
Imagen de Vitruvio y su obra en Vitruvio y las proporciones del cuerpo - HA Historia y Arte
Capítulo VII.
De la conducción de las aguas.
"De tres maneras se conduce el agua, 6 corriendo por canales de estructura, 6 con encañados de plomo, 6 con arcaduces de barro: las reglas son estas. Si se executa por canales, hágase su estructura sumamente s61ida, dando al lecho por donde corre no menos de medio pie de caída en cada ciento de viage, cubriendo el canal con bóveda, para que nunca pueda el sol penetrar al agua.
Llegada á la ciudad, constrúyase la arca de agua 3, Y tres receptáculos unidos á ella: pónganse en el arca tres caños á igual distancia, que viertan sus aguas en los receptáculos; y estos tendrán mutua comunicación, para que el agua que sobre á los de los lados concurra al del medio. De este saldrán las cañerías para los lagos y fuentes públicas': del segundo para los baños, de que la ciudad saca sus propios; y del tercero para las casas particulares. De este modo no menguará la del público, teniendo su conducto particular desde el arca. Hago este repartimiento de receptáculos, á fin de que los particulares que conducen agua á sus casas, pagando el derecho á los arrendadores, tengan custodiadas sus cañerías.
Si entre la ciudad y los manantiales mediasen colinas, se minarán, observando en el desnivel el arriba dicho declivio; y si el suelo fuere de tova Ó peña, se abrirá en ella el canal: pero si fuere de tierra 6 arena, se hará aqüeducto de estructura con boveda dentro de la cava, y asi se conducirá. Los pozos se abrirán dos actos distantes entre sí.
Si se conduxere por cañería de plomo, lo primero será hacer el arca de agua junto al manantial, y desde ella hasta la de la ciudad se arreglarán las cañas 6 tubos, fabricados á proporción del agua que hubiere. Sus piezas no se fundirán menos largas de diez pies; las quales si fueren centenarias, pesará cada una 1200 libras: si octogenarias, 960: si quinquagenarias, 600: si quadragenarias, 480: las de treinta dedos, 360: las de veinte, 240: las de quince, 180: las de diez, 120: las de ocho, 96 ; Y las de cinco pesarán 60 libras. El nombre de estas cañas se toma de la anchura de las planchas de plomo, según los dedos que tuvieren antes de doblarIas en caño: así, teniendo una plancha cincuenta dedos, de anchura, la caña formada de ella se llamará quinquagenaria: y así de las demás".
Imagen de Vitruvio presentando su obra en Vitruvio - Wikipedia, la enciclopedia libre
De Lao-Tse, filósofo chino.
Se cree que entre los siglos VI y V a. C. el gran filósofo chino Lao-Tse o Lao Tzu escribió el Libro (Ching) de Cómo (Tao) Ocurren las Cosas (Te).
Dentro de esta obra clásica del taoísmo hay versos donde el protagonista es el elemento agua.
"La bondad suprema
es como el agua.
El agua da vida a las diez mil cosas sin
hacer distinciones.
Fluye en lugares que los hombres
rechazan y por eso es
como el Tao".
"Nada hay en el mundo
tan blando y flexible que el agua.
Empero, para disolver lo duro
e inflexible,
nada hay que la sobrepase".
De Ítalo Calvino, escritor italiano
En el libro "La gran bonanza de las Antillas" (Ítalo Calvino, 1981) se puede encontrar "La llamada del agua" del que comparto algunos fragmentos:
"Extiendo el brazo hacia la ducha, apoyo la mano en la llave de paso, la muevo lentamente haciéndola girar hacia la izquierda. Acabo de despertarme, tengo todavía los ojos llenos de sueño, pero soy perfectamente consciente de que el gesto que realizo para inaugurar mi día es un acto decisivo y solemne que me pone en contacto con la cultura y la naturaleza al mismo tiempo, con milenios de civilización humana y con el alumbramiento de las eras geológicas que han dado forma al planeta. Lo que le pido a la ducha es sobre todo que me confirme como amo del agua, como perteneciente a esa parte de la humanidad que ha heredado de los esfuerzos de generaciones la prerrogativa de llamar al agua para que le llegue con la simple rotación de un grifo, como detentador del privilegio de vivir en un siglo y en un lugar en los que se puede gozar en cualquier momento de la más generosa profusión de aguas límpidas. Y sé que para que este milagro se repita cada día tienen que darse una serie de condiciones complejas, por lo cual la apertura de un grifo no puede ser un gesto distraído y automático, sino que requiere una concentración, una participación interior.
Así es como, al llamarla, el agua sube por las tuberías, presiona los sifones, levanta y baja los flotadores que regulan el aflujo en los depósitos, en cuanto una diferencia de presión la atrae, acude, propaga su llamada a través de los empalmes, se ramifica por la red de colectores, descolma y vuelve a colmar los depósitos, presiona contra los diques de las cuencas, se desliza desde los filtros de las depuradoras, avanza a lo largo de todo el frente de las tuberías que la encaminan a la ciudad, después de haberla recogido y acumulado en una fase de su ciclo sin fin, tal vez vertida gota a gota desde las embocaduras de los glaciares para correr por abruptos torrentes, tal vez aspirada por las napas subterráneas, escurriéndose a través de las vetas de la roca, absorbida por las grietas del suelo, bajando del cielo en un espeso telón de nieve lluvia granizo.
Mientras con la diestra regulo el mezclador, extiendo la izquierda ahuecada para echarme el primer chorro a los ojos y despertarme definitivamente y, mientras tanto oigo a gran distancia las olas transparentes y frías y sutiles que afluyen hacia mí por kilómetros y kilómetros de acueductos a través de llanuras valles montañas, oigo las ninfas de las fuentes que vienen a mi encuentro por sus propias vías líquidas, y que dentro de poco aquí bajo la ducha me envolverán en sus caricias filiformes".
Se dice que Mingliaotsé fue un monje errante que aparece en la literatura china taoísta del siglo XVI-XVII. Acá algunos de sus versos, siempre con referencia al agua:
"Camino por la arenosa orilla,
donde hay nubes doradas,
agua de cristal,
ladran sorprendidos los mastines de las hadas…
Yo entro y me pierdo en medio del peral".